Parque del Capricho, Madrid
Guía Madrid
Es el único jardín en Madrid que cuenta con influencias del Romanticismo, como puede apreciarse en el laberinto de arbustos, la ermita, el salón de baile y el palacete. Su constitución artística da cuenta de la influencia francesa, inglesa e italiana con que contaban sus diseñadores.
• Cómo y cuándo llegar al Parque del Capricho
En metro, debe bajarse en la estación “El Capricho”, de la línea cinco; y por las líneas de autobús número 101, 105 y 151. Si viaja en carro particular, puede acceder al parque a través de una plaza de forma circular, que conecta con El Paseo de los Duelistas. Se encuentra abierto al público los fines de semana y feriados, en los siguientes horarios: del 1 de Octubre al 31 de Marzo, de las 09:00 a las 18:30 horas; y del 1 de Abril al 30 de Septiembre, desde las 09:00 hasta las 21:00 horas.
No se permite el acceso con comidas ni bebidas (solo agua); tampoco pueden entrar visitantes con mascotas, bicicletas, patines o pelotas. Ésta normativa se ha hecho para conservar el clima de tranquilidad presente en cada rincón del jardín.
La constitución artística y natural del Parque del Capricho lo convierte en un lugar para disfrutar la energía de la naturaleza y aprovechar el silencio que hay en él. El Capricho no es un lugar para sólo ir a ver, sino para vivir una experiencia relajante, casi mística, rRrodeado de preciosos jardines, rústicas construcciones que hacen juego con el ambiente natural y los sonidos que de ella provienen. Es verdaderamente un lugar donde puede apreciarse el silencio de la urbe para dar paso al lenguaje de la naturaleza: la música del agua que se desplaza a través del parque, el gaznar de los patos y el trinar de las aves.
El Parque del Capricho no es un parque como cualquier otro, ni es tampoco un lugar de juegos, sino un jardín exquisitamente planificado y que sorprende a sus visitantes mostrándoles los magníficos lugares que se abren a su paso
• Sitios de interés en el Parque del Capricho
En el Parque del Capricho se disfruta con cada aso que se da para adentrarse en él. Entre los lugares más llamativos encontramos la Casa de la Vieja, la Plaza de Toros, la Ermita, el Laberinto de Arbustos, entre otros.
La Casa de la Vieja, desde que se avista en la caminata, se levanta como uno de los caprichos del Parque. Es una construcción rústica, que se encuentra en la parte ornamental del jardín, y se complementa armoniosamente con el entorno natural que la rodea. Su construcción se encuentra totalmente original, pues el clima seco de la ciudad de Madrid la ha mantenido en excelente estado. En ella se encontraba, en la planta baja, la estatua de una vieja hilando y la estatua de un muchacho acompañándola.
La Ermita, al igual que la Casa de la Vieja, es una hermosa construcción tosca, con el fin de encajar con el ambiente natural que hay a su alrededor. El laberinto de arbustos se encuentra en un punto bajo del terreno del Parque del Capricho junto a un jardín conocido como “Jardín Bajo”. El laberinto fue restaurado varias veces, pero la última vez se añadieron otros accesorios como algunos bancos de hierro, también se plantó un árbol de Júpiter que se destaca por sus colores rosáceos al florecer en la primavera.
Entre las edificaciones más estupendas del parque encontramos el palacio de tres plantas, del cual hoy solo se conservan las paredes. Allí vivía la familia de los Duques y contaba con habitaciones bellamente decoradas por los más ilustres artistas plásticos del momento. Cerca del palacio encontramos el templete de Baco, lugar de celebraciones, bailes y banquetes. Fue el escenario de las fiestas organizadas por la Duquesa; su construcción de planta ovalada es clásica, rodeado por doce columnas de estilo jónico y situado sobre una colina, esto le otorga el carácter romántico que se roba las miradas de los visitantes del jardín.
Otro punto de interés se encuentra en el lago, donde puedes pasar un rato contemplando la belleza natural de éste lado del Parque del Capricho, escuchando el sonido del agua junto con el graznar de los patos. El lago es alimentado del agua proveniente de un manantial, que es a su vez la misma agua que recorre la canal que atraviesa al parque.
La belleza del Parque del Capricho es inagotable: cada estación del año le trae a éste hermoso jardín una pincelada que lo embellece de una manera diferente. Para aprovechar éste toque natural que se adueña del parque en cada temporada, se realizan desde hace un tiempo dentro del parque las llamadas “tardes de caprichos”, las cuales se llevan a cabo los fines de semana de la temporada de primavera-verano. Son tardes de agenda cultural: conciertos y representaciones teatrales que se enmarcan en éste ambiente artístico natural.
Como ya explicábamos, al Parque del Capricho no puede ingresarse con alimentos, es decir que no se puede disfrutar de un picnic en sus inmediaciones. Sin embargo, a menos de un kilómetro de distancia del parque hallamos restaurantes en los cuales los turistas pueden detenerse a degustar la cocina local. También hay apartoteles cercanos al parque, así que es de suma accesibilidad en ese sentido.
Un marco natural para fotografiarse, meditar una tarde y llenarse de la energía natural del parque, donde la presencia del agua nos acompaña durante todo su recorrido. El Parque del Capricho es un legado que la Duquesa de Osuna no pudo disfrutar plenamente, ya que murió antes de ser totalmente culminado, pero que quedó como herencia a la urbe madrileña: un lugar a donde escaparse para conectarse con la naturaleza.