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Mercado de San Miguel, Madrid

Guía Madrid

El mercado de San Miguel (como su nombre lo indica) es un mercado privado ubicado en la capital de España, Madrid, específicamente junto a la Plaza Mayor de la capital ibérica. El mercado se ha convertido en uno de los emblemas más representativos del barrio y en uno de los lugares más visitados por los turistas, esto se debe en gran parte a que el edificio donde se encuentra el mercado posee su fachada original del siglo XX. El edificio cuenta con unas dos plantas y más de mil metros cuadrados de superficie, además en su interior contiene los productos más representativos de la cultura española.

El Mercado de San Miguel es el sitio perfecto para tomar unas tapas a un precio razonable.

El Mercado de San Miguel es el sitio perfecto para tomar unas tapas a un precio razonable.

El mercado de San Miguel desde hace muchos años ha sido el epicentro de la actividad comercial en la zona. En la edad medieval, el lugar era el sitio ideal que visitaban los lugareños de la región para poderse abastecer de provisiones y para intercambiar productos y bienes de primera necesidad, por aquellos que no poseían. El lugar pasó muchos años como un mercado improvisado, hasta que se construyó una iglesia en la zona y después se decidió crear un mercado abierto ya formal.

El mercado abierto fue impulsado por el para entonces Rey José Bonaparte. Aunque en un principio el mercado abierto parecía una idea eficiente, se decidió cambiar la estructura del mercado; esto debido a que la ciudad estaba pasando por problemas de urbanización y sanidad, que posteriormente fueron resueltos por urbanistas y arquitectos que le dieron un nuevo aspecto a la ciudad antigua. Uno delos proyectos de estos técnicos en infraestructura, fue la de crear un mercado techado donde se pudiera cuidar de forma eficiente la higiene de los productos ofertados en el lugar. El Mercado de San Miguel nace formalmente como un mercado cerrado a principios del siglo XX, lo más característico de la inauguración, fue el hecho de que el edificio había sido diseñado a semejanza de las estructuras parisinas del momento, lo que le dio un aire francés a la localidad.

Años después de la inauguración del mercado, el mismo no podía competir con los nuevos edificios comerciales de la ciudad, por lo que se presumía que el mismo cerraría. Pero para la suerte de los viajeros, el edificio no cerró, por el contrario, cambió la forma en que ofertaba productos, ya que en vez de dedicarse a la venta de alimentos en general, se especializó en la venta de productos finos de gran calidad provenientes de todo el país. Por lo que el recinto puede ser considerado por muchos como un lugar de gastronomía y artesanía culinaria.

El éxito del mercado se debe en gran medida a que el mismo es propiedad y es gestionado por amantes de la cultura y la comida tradicional del país ibérico, este grupo de empresarios dedicados cada uno en distintas ramas de la cultura española, se han unido para darle vida y magia al actual mercado de San Miguel. Los administradores del lugar han determinado que su objetivo es convertir el mercado en el epicentro de los productos frescos de la ciudad, donde los protagonistas no son quienes preparan la comida sino quienes deciden consumirla. Para poder lograr la mejor calidad posible, los administradores del mercado deciden cambiar su oferta de productos periódicamente dependiendo de la temporada en que se encuentren y de los gustos del consumidor.

El edificio del Mercado de San Miguel fue uno de los primeros creados con estilo francés compuesto por una estructura de hierro, y en la actualidad es el único mercado que ha podido sobrevivir al paso del tiempo. Mientras otros mercados con estructuras semejantes han sido cerrados y demolidos, el mercado junto a la Plaza mayor ha podido sobrevivir con sus dos plantas y su estilo original. El edificio posee una planta superior por donde entran todos los consumidores y donde se ofertan los productos del lugar, además hay una segunda planta subterránea donde los comerciantes almacenan sus productos.

El mercado cuenta con una gran variedad de puestos características donde es posible degustar diversos productos comestibles. Los puestos comerciales del mercado se pueden clasificar en: las cafeterías, donde es posible degustar de todos los atributos del café y sus bebidas derivadas del mismo; la carnicería, con la mejor y más fresca carne de Madrid; la cervecería, donde es posible consumir bebidas provenientes de las diversas regiones que conforman el país, además de algunas bebidas importadas del exterior; charcutería y embutidos, donde es posible degustar de los mejores platos embutidos de las regiones cercanas; la zona de cosméticos, donde se puede acceder a una infinidad de productos de belleza; especialidades gastronómicas, característico por servir aquellas tapas y aperitivos creados con ingredientes exclusivos y frescos, que combinados hacen una fusión innovadora de sabores; frutas y verduras, además de adquirir productos comestibles ya terminados, es posible comprar alimentos frescos utilizados para la preparación de platos especiales; pastelería, donde se puede adquirir y probar los mejores dulces artesanales; pescadería, el lugar ideal para adquirir los productos del mar más finos y frescos de la ciudad; vinos, la zona de venta de vinos le ofrece un ambiente más refinado y completo para el mercado, ya que el visitante tiene la posibilidad de adquirir entre uno de los vinos más exclusivos y mejor preparados del país y de aquellos realizados fuera de las fronteras del mismo; productos ecológicos, ésta idea de llevar el medio ambiente y la protección del mismo por medio de productos no dañinos para el planeta se ha extendido a los más nuevos mercados y éste no es la excepción.

El mercado está abierto al público todos los días de la semana, lo que le permite al visitante poder acceder al lugar cuando le plazca. Los días lunes, martes, miércoles y domingos el edificio permanece abierto desde las diez de la mañana hasta las doce de la noche, por lo que se puede determinar que el horario del centro está creado para fomentar las visitas nocturnas más que las diurnas. Por otra parte los días jueves, viernes y sábados se puede ir al mercado desde las diez de la mañana hasta las dos de la madrugada, por lo que es posible expandir la visita nocturna.