Cómo moverse por Madrid

Uno de los grandes méritos de Madrid es el buen trabajo realizado con su transporte público. La ciudad está conectada en su totalidad a través del metro y el autobús, pudiendo movernos incluso entre ciudades de la periferia sin tener que recurrir a otros métodos más laboriosos.

• Metro

La forma más recomendable para desplazarnos por la ciudad. Madrid tiene su particular ciudad subterránea, haciendo accesibles prácticamente todos los puntos relevantes que pudiéramos visitar en nuestro viaje. Con 12 líneas sin contar el metro ligero de la periferia nos moveremos a los pocos viajes como pez en el agua, agradeciendo el sencillo sistema de colores para diferenciar los diversos tramos.

Compraremos los billetes en las propias estaciones, pudiendo adquirir un billete sencillo de un solo viaje o un abono de diez. El precio del sencillo es de 1,50 euros hasta 5 paradas, aumentando en 10 céntimos por cada parada adicional hasta un máximo de 2 euros. Teniendo en cuenta que el abono de diezcuesta 12,20 y que estaremos usándolo constantemente es muy recomendable adquirir este último. Existe un billete que nos permite también utilizar el metro ligero pero a menos que tengamos un viaje muy particular no deberíamos necesitarlo. Eso sí, tendremos un suplemento en el aeropuerto de 3 euros.

El horario del metro de Madrid es de 6:00 a 2:00, teniendo que recurrir a los autobuses nocturnos (conocidos como búhos) para las horas de madrugada. No todas las estaciones cumplen dicho horario, sobre todo en relación a las salidas a pie de calle. Para evitar cualquier sorpresa de última hora lo mejor es preguntar en taquilla, aunque normalmente vienen señalizadas las salidas que cierran antes en los propios carteles.

Si queremos aprovechar al máximo el turismo en Madrid es fundamental acostumbrarnos al metro. Es cómodo, rápido y nos permitirá desplazarnos por toda la ciudad sin riesgo a perdernos. De necesitar otros métodos de transporte como el autobús o el taxi es mejor encajarlos dentro de las líneas de metro, montándonos en ellos a las salidas a pie de calle.

• Autobús

Un transporte que ha sabido mantener el tipo frente al metro. Conecta toda la ciudad gracias a sus más de 10,000 paradas repartidas por sus calles, con horarios explicados en todas ellas para que sepamos qué autobuses siguen ese tramo. Sin ser autobuses de gran calidad están adaptados para el difícil tráfico de la capital, renovando la flota cada poco tiempo para mejorar el servicio.

Pagaremos 1,50 por un billete sencillo sin límite de paradas, subiendo a 5 euros en la parte del aeropuerto. El billete de 10 viajes cuesta 12,20 euros, teniendo la ventaja de tratarse del metrobús donde podremos gastarlo independientemente tanto en el metro como en el propio autobús. Existen autobuses turísticos de 2 plantas con precios variados, interesantes si no queremos complicarnos organizando el viaje: nos llevarán a los sitios más representativos de Madrid.

Hay que diferenciar los autobuses urbanos del llamado cercanías. Estos últimos son verdes, los billetes son más caros y principalmente conectan Madrid con todos los municipios de su alrededor. Obligatorios si queremos alejarnos de la capital sin salir de la Comunidad de Madrid, podremos montarnos en ellos en las estaciones de cercanías conectando con el metro y los autobuses urbanos. La más conocida y punto habitual de partida para los turistas es Avenida de América.

Un último autobús que nos interesará es el autobús nocturno búho. Funcionan a partir de las 23:30, con 27 líneas para que podamos compaginarlos con el metro en el caso de que se nos haga demasiado tarde. Existen los llamados búhos verdes, realizando el mismo servicio para la periferia. Si vamos a disfrutar de la noche madrileña tendremos que familiarizarnos con ellos obligatoriamente ya que el metro cierra de madrugada.

• Taxi

Los taxis de Madrid son una fantástica opción cuando queremos desplazarnos rápidamente por la ciudad o nos hemos desubicado ligeramente. Son blancos y podremos pararlos en cualquier punto de la ciudad, existiendo zonas turísticas donde se sitúan para que nos montemos en ellos directamente.

Son más baratos que en el resto de Europa pero en comparación al precio del transporte público el taxi es caro, siendo mejor relegarlo para momentos de auténtica necesidad. Por la noche serán nuestra mejor opción si no hemos tomado nota de los búhos disponibles o simplemente queremos desplazarnos ya de vuelta a nuestro hotel.

En un principio no hay taxis ilegales circulando por la capital pero sí existe el servicio llamado Uber, conductores profesionales con sus propios vehículos que nos llevarán por la ciudad siguiendo el recorrido que les marca Google maps. Tienen la ventaja de ser totalmente fidedignos en cuanto a tarifas y trayecto, pero no son flexibles como los taxis pudiendo llevarnos por calles menos transitadas que conocen.

• Alquilar un coche

Interesante opción si nos apetece conocer la ciudad por nuestros propios medios. Existen multitud de empresas de alquiler de coches en Madrid, con vehículos de todas las gamas donde por un módico precio dispondremos de nuestro propio automóvil.

El problema es que el tráfico de Madrid se colapsa fácilmente, y aunque no hay el caos a nivel de cógido de circulación sí podemos quedarnos atrapados en las calles mientras avanzamos unos cuantos metros cada pocos minutos. Solo recomendable si realmente nos gusta conducir y vamos a montarnos en el coche en las horas menos punteras.

• Bibicleta

Durante los últimos años Madrid ha implantado con celeridad su servicio de alquiler de bicicletas, una modalidad traída directamente de Europa y que está teniendo mucho éxito en la capital. Con cada vez más puntos desperdigados por los barrios de la ciudad, podemos alquilar una bicicleta en Madrid contratando las horas necesarias.

Para alquilar una bicicleta de forma ocasional valdrá nuestra tarjeta de crédito, aunque si tenéis planeado usarla de forma habitual os recomendamos adquirir el abono anual. Es más caro y sus tarifas se actualizan constantemente pero a poco que cojamos la bicicleta nos acabará compensando. Eso sí, no dudéis en cambiar de bicicleta si notáis que la vuestra no funciona bien, tienen un pequeño motor que tiende a estropearse con facilidad.