Cuándo viajar a las Maldivas. El tiempo
Guía Islas Maldivas
Tenemos que valorar las características de los llamados monzones de verano e invierno. Con una temperatura media entre 25 y 27 grados tenemos garantizado que haga buen tiempo durante nuestra travesía. Las aguas mantienen una fantástica temperatura incluso en invierno, pudiendo disfrutar de darnos un chapuzón aunque vengamos del frío europeo.
- Viajando en verano
Desde mayo a octubre viviremos el llamado monzón de verano. Podemos encontrarnos cielos nublados con cierto riesgo de precipitaciones pero mantendremos la buena temperatura a lo largo del día, pudiendo bañarnos sin miedo alguno. Es además una de las mejores épocas si somos amantes del buceo, las aguas se encuentran transparentes pudiendo observar los exóticos peces junto a los corales que adornan el fondo marino de las Maldivas.
Al ser un clima tropical las lluvias son abundantes pero de corta duración. Hay periodos de sol intercalados con lluvias repentinas para que, a continuación, vuelva a salir el ansiado sol. Pueden ser un problema si nuestro plan es estar todo el día tumbados en la playa pero la gran ventaja de que las islas sean complejos hosteleros es que si llueve podremos realizar todo tipo de actividades en su interior, esperando simplemente a que pase para que volvamos a nuestro pequeño rincón de tranquilidad y pureza absoluta. Incluso podemos llegar a disfrutar de estas lluvias espontáneas, contemplándolas desde una terraza al borde de la playa disfrutando la visión tan particular que le dan al paisaje.
Una última ventaja es el precio: viajar en el monzón de verano siempre será más barato. No es época alta y aunque tomarnos unas vacaciones en las Islas Maldivas siempre cuesta bastante dinero podremos ahorrarnos una buena cantidad si nuestro viaje ya parte con la idea de desplazarnos en estas fechas. La oferta hotelera será la misma y al no recibir tantas visitas será más fácil que podamos elegir la isla perfecta para pasar nuestras vacaciones.
- Viajando en invierno
La temporada alta de las islas se caracteriza por el monzón de invierno, una época donde las lluvias son mucho menos probables. Entre noviembre y abril son los mejores meses para viajar, disfrutando tanto de la época navideña como de los primeros meses del año donde tendremos el mejor clima tropical de las islas. Al no haber apenas riesgo de lluvia los balnearios son la estrella de esta época, ofreciendo auténticos templos del descanso para los que busquen un viaje para desconectar totalmente de la rutina.
El problema que nos encontraremos es claramente el precio: es la época más cara para viajar, sobre todo si además vamos a pasar las navidades allí. A un viaje caro de por sí sumaremos el ir en temporada alta, añadiéndole la complejidad de poder encontrar sitio en los complejos hoteleros más demandados. Tendremos que reservar con mucha antelación si queremos viajar en esta época, teniendo que dejar escapar ofertas puntuales que se reducen a paquetes completos con todo tipo de actividades.
Al ser época alta la afluencia de turistas es mucho mayor, por lo que será la opción a tomar si lo que queremos es tener participación en los eventos más sociales. No sufriremos la sensación de encontrarnos agobiados en ningún momento a pesar de que haya más personas, es un viaje equipado con todo tipo de lujos donde nos encontraremos siempre cómodos.
- Eligiendo nuestro momento
Si queremos que nuestro viaje sea perfecto debemos combinar tanto el clima esperado como las actividades que vamos a realizar. No tiene sentido que viajemos en la época del monzón seco cuando vamos a aprovechar el complejo hotelero sin acercarnos demasiado a la playa, a la vez que viajar en la época de verano con sus lluvias si el buceo no va a formar parte ni de forma esporádica. En este punto es mejor ser sinceros con nosotros mismos y el tipo de viaje que vamos a realizar.
Lo más recomendable es aprovechar nuestro periodo de vacaciones con un paquete completo para el viaje. Al ser un clima que tiende a la estabilidad en temperaturas podremos encontrar buenas ofertas que incluyan multitud de actividades a pesar de que no todas encajen en un principio con la época elegida. Una vez allí siempre podemos sacar el tiempo necesario si queremos probar otro tipo de eventos, pudiendo escaparnos si descubrimos que las playas merecen más de nuestras vacaciones de lo que habíamos planeado al principio.